Merideña
hacienda
En la vía hacia Tovar - El Vigía,
estado Mérida, cercana a la hermosa población
de Mesa Bolívar se ubica la Hacienda la Victoria,
como uno de los más hermosos símbolos
de la riqueza generada por la producción cafetalera
venezolana, entre finales del siglo XIX y mediados del
XX.
Sus aproximados 1800 metros cuadrados de construcción
se encuentran inmersos en un amplio terreno, el cual
alcanzaba anteriormente las 800 hectáreas. En
su interior funcionan los museos: De la inmigración
y Del Café.
Museos
interesantes
El
Museo de la Inmigración se halla conformado dos
salas. En la primera los guías explican al visitante
todo lo relacionado con el proceso de las inmigraciones
del cual fue muy receptivo nuestro país y que
en el caso del estado Mérida predominaron hacia
la zona en la cual se encuentra ubicada la Hacienda
la Victoria.
Es por ello que este espacio resulta el propicio para
ubicar, a través de los numerosos mapas que en
él son exhibidos, los asentamientos establecidos
por los inmigrantes en el estado Mérida, así
como su proceso en todo el mundo, además de las
leyes de inmigración existentes para la época.
Fotografías
y pasaportes
La siguiente
sala ofrece una completa muestra fotográfica,
a través de la cual resulta posible darse una
idea de la integración alcanzada por estas familias
inmigrantes a la sociedad antañona, en los distintos
pueblos merideños donde se asentaron. Además
son exhibidos algunos objetos donados por las familias
de los primeros inmigrantes, entre los cuales destacan
antiguos pasaportes y libros.
Vale destacar que este museo surgió a modo de
homenaje a las familias inmigrantes que colaboraron,
a través de su trabajo y esfuerzo, con el fortalecimiento
económico del país, a través de
la producción cafetalera y la exportación
del producto a otras latitudes, con lo cual el nombre
de Venezuela resultaba internacionalizado.
Productiva
historia...
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La Hacienda La Victoria fue fundada
en 1893, a manos de un inmigrante corso de nombre Noe
Consalve. Se cuenta que este inmigrante se interesó
por la utilización de maquinaria orientada al
proceso del café y las mismas, con el transcurrir
de los años, fueron haciéndose más
sofisticadas.
Hacia 1922 la hacienda fue adquirida por otro inmigrante,
quien logró convertirla en una de las más
importantes de toda la zona occidental de los andes.
Entre la maquinaria que fue incorporada a la existente
se contaron lavadoras de granos, despulpadoras e incluso
la primera secadora de granos llegada a Venezuela en
1928 y que tenía la capacidad de secar aproximadamente
30 cargas de cafe en 24 horas.
Para aquella época tal posibilidad representaba
un avance notable, a través del cual se hizo
posible aligerar el proceso de producción cafetalera.
Para la exportación era sacado el grano verde,
libre de todas las capas que lo cubren, y para finales
de los 20' el café venezolano fue llevado a diferentes
países del mundo, principalmente hacia Europa.
¡La
principal productora!
A finales
de 1920 la Hacienda La Victoria se hizo merecedora de
reconocimientos relacionados con el hecho de que se
habría convertido en la principal productora
de café de la zona, con la cifra de 6 mil quintales.
La Hacienda La Victoria cuenta con dos espaciosos salones,
los cuales son utilizados como salas de reunión,
con capacidad para 80 y 22 personas respectivamente.
El estilo de la construcción es colonial con
un mobiliario llamativo.
En el salón pequeño destaca la ubicación
de una mesa ovoidal y vale destacar que los mencionados
espacios no son alquilados, sino que se prestan para
la realización de diferentes tipos de evento,
principalmente a entes del estado y a la comunidad.
La hacienda se ubica en el municipio Pinto Salinas del
estado Mérida.
¿Por
qué Victoria?
En
cuanto al por qué de su nombre han surgido distintas
historias, aunque la más fortalecida indica que
en esta zona se habría desarrollado una batalla,
hacia 1893, cuya victoria se vio determinada justamente
en el punto en el cual se encuentra esta bella hacienda.
Este mágico lugar, enclavado en medio de verdes
montañas, encierra numerosas historias, leyendas
y mitos, tal como la del Cura García, de quien
se dice que arribó a las inmediaciones del ahora
municipio Pinto Salinas, pero hacia 1893 y pidió
pernoctar en la hacienda la noche que pasó por
ella, debido a las intensas lluvias.
El sacerdote llevaba consigo un montón de objetos
valiosos, como obsequio para el entonces obispo. Se
dice que fue asesinado y que hasta la fecha nadie ha
podido encontrar su tesoro, pues los escondió
muy bien.
¡Tremendo
bodegón!
Alberto
Ramírez se encuentra encargado de la Bodega de
la Hacienda La Victoria, y allí ofrece distintos
productos a los visitantes, entre los cuales destaca
el excelente café de altura elaborado actualmente
en las inmediaciones de la hacienda.
Asimismo ofrece refrescos, licores: De café,
de crema de mora, de naranja, de pétalos, de
hierbas con chuchuhuaza y zarzaparrilla, así
como ponches de crema, zanahoria, café; aparte
del vino de mora y fresa. Los mismos son considerados
entre los mejores del estado Mérida.
Martín
Amado Martínez M
redaccioncdv@gmail.com |